La Reforma Política le ha salido cara a los mexicanos
Su objetivo era abaratar las elecciones y hacerlas más transparentes
Los partidos políticos han gastado 5 mil 700 millones de pesos extra durante los últimos dos años, a raíz de la Reforma Política, dinero que equivale al presupuesto anual de todos los programas de la Secretaría de Desarrollo Social para las madres trabajadoras mexicanas.
La reforma política fue uno de los acuerdos que formaron parte del Pacto por México, con la finalidad de que las elecciones fueran más transparentes y baratas.
Sin embargo, en la práctica los recursos se siguen gastando sin la mínima muestra de una intención de ahorro. Los mismo partidos políticos aumentan sus ingresos, sin que nadie se oponga a ello.
Según el periodista Daniel Moreno, director de Animal Político, en Oaxaca, uno de los estados más pobres de México, los partidos políticos reciben 130 millones de pesos anualmente.
Sin que se pueda justificar, cada elección resulta más cara que la anterior. Por ejemplo, en Michoacán los comicios de 2011 costaron 7 millones de pesos, mientras que en 2015 el costo creció a 31 millones de pesos.
Este gasto es injustificado, y la sociedad es quien debe impulsar normas y reglas para acabar con esta problemática
- Establecer límites a los gastos de los partidos.
- Sancionar a quienes usen el recurso incorrectamente
- Denunciar públicamente el despilfarro de los partidos.
- Y solicitar que los gobernantes rindan cuentas a sus ciudadanos.
Durante las elecciones intermedias de 2016, los partidos políticos tuvieron un déficit de 31 millones de pesos, según el Sistema Integral de Fiscalización.
De acuerdo con el exconsejero presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, el costo de nuestra democracia debería evaluarse mediante tres conceptos: la transparencia y legalidad en la organización de los comicios, equidad en la competencia y prevenir la influencia del dinero en la política y las campañas.
Es decir, los gastos que se han hecho son para garantizar mejores elecciones y así proteger a la democracia, pero la realidad nada tiene que ver con el objetivo.
Fuente: Sopitas
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