Desde enero de 2015 a la fecha el peso se ha devaluado 35 por ciento y “subastar dólares o recortar el gasto público no solucionará este declive”, afirmó Arturo Huerta González, de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
El también coordinador del Posgrado en Economí explicó que rematar divisas “sólo merma las reservas internacionales”. Esta historia ya la enfrentó México en las crisis de 1982, 1995 y 2009, cuando no se detuvo la fuga de capitales.
“Las medidas adoptadas no frenan las presiones sobre el tipo de cambio y demuestran que no hay condiciones internas para sortear esta situación”, dijo.
El recorte del gasto público afecta la demanda y el mercado interno. Las ventas caerán, se generarán menos empleos y la perspectiva de crecimiento será mínima, detalló
Huerta González explicó que por la depreciación de nuestra moneda la población debe pagar más por distintos bienes, incluso por productos básicos como la tortilla.
Fuente: MVS
También te interesará:
La nueva versión de Ayotzinapa en 3 pasos
Sé parte de la conversación