Lagos murió en un hospital del Estado de México
En el recorrido de cerca de 53 kilómetros se encontraron con dos dificultades: un tianguis y que la unidad de urgencias del IMSS estaba saturada.
Los escoltas del exdirector de Izzi, Adolfo Lagos Espinosa, tardaron casi dos horas en llegar al hospital de Coacalco, en el Estado de México, en donde falleció a causa de una bala que entró en su estómago.
Debido a que necesitaban ayuda, pidieron auxilio a una patrulla de la Policía Federal, quien a su vez solicitó una ambulancia.
Durante su recorrido de cerca de 53 kilómetros se encontraron con dos dificultades: un tianguis y que la unidad de urgencias del IMSS estaba saturada. Así, la última opción que tenían era el hospital de Coacalco.
Por su parte, el lugar en donde Lagos resultó herido está abandonado. Las cintas amarillas que acordonaban la escena del crimen están tiradas sobre el pasto, a un lado de la carretera Ecatepec-Tulancingo.
Según el reporte de la Fiscalía Regional, los dos ladrones que atacaron a Lagos salieron de entre las nopaleras. Por esto, uno de los escoltas, David Morales, disparó en contra de ellos, lesionando a uno.
“Ya terminaron, no hay nada, ni sangre, ni más casquillos, en el pueblo tampoco había heridos de bala y tampoco reportes de que había llegado una persona herida, ya no hay nada que hacer aquí”, comentó uno de los policías ministeriales que revisaban la zona.
“David Morales de 41 años de edad, quien es escolta del hoy occiso con motivo de salvaguardar la integridad de dichas personas es que saca su arma de fuego y realiza diversas detonaciones logrando lesionar solamente a uno de los agresores, mismos que comienzan a correr y se escapan escondiéndose entre las nopaleras”, señaló el reporte oficial de la Fiscalía.
Pese a que el personal ministerial realizó un operativo el pasado domingo en la localidad más cercana al lugar de los hechos, San Felipe Teotitlán, sólo lograron confiscar el celular de personas “sospechosas”, aunque no dieron con el ladrón.
“Corrieron para San Felipe (a unos 900 metros), entre todos esos nopales, son unas libres, no los alcanza nadie”, dijo otro ministerial.
Este lugar ha estado siendo observado por las autoridades del Estado de México, ya que desde hace meses se registran asaltos a ciclistas en el tramo carretero entre Axapusco y Santiago Tepeyahualco.
“Los (asaltantes) venadean a las víctimas escondidos tras los árboles, entre las nopaleras y la carretera, porque ente tramo rumbo a Tulancingo, hacia el acueducto del Padre Tembleque, es de subida, lo que provoca que los ciclistas vayan lento”, dijo un investigador, según una nota de Reforma.
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