Jack Andraka es un joven de 18 años que, a su corta edad, está haciendo temblar a la industria farmacéutica entera gracias a un increíble descubrimiento.
Jack inventó un sensor que puede detectar el cáncer en 5 minutos y en etapas tempranas, siendo 26 mil veces más barato, es 168 veces más rápido que los actuales métodos de detección, con la ventaja de que este no es invasivo.
A los 13 años, él perdió a un ser querido por culpa del cáncer de páncreas, y esto lo motivó a investigar sobre nuevas formas más eficaces para la detección de este mal.
Producir este sensor cuesta solamente 3 centavos de dólar, y desde luego los grandes laboratorios le negaron el apoyo pues esto derribaría el enorme poderío de la industria del cáncer. Por fortuna, encontró el apoyo de una universidad, la cual se interesó por su invento.
Este joven investigó y aprendió que en nuestra sangre hay 8 mil proteínas. Así, se dio cuenta de que una de ellas, la mesotelina, se dispara rápidamente en las personas que adquieren cáncer de pancreático.
“Detecta una de las miles de proteínas (la mesotelina) que hay en la sangre de los enfermos de cáncer. La mecánica fue utilizar anticuerpos y entretejerlos en una red de nanotubos de carbono, de modo que se obtiene un marcador que únicamente reacciona ante dicha proteína”, dijo Jack en su presentación en el Festival de las Mentes Brillantes.
Jack se encuentra en trámites para ser patentado. Por ahora ya ha ganado varios premios internacionales y ha dado varias conferencias explicando el funcionamiento de su innovación.
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