Cancelar el proyecto generaría “un conflicto social, un conflicto legal y un conflicto de créditos internacionales”, asegura
La construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México ha sido uno de los temas criticados por Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena y precandidato a la Presidencia de la República, quien en diversas ocasiones ha destacado el excesivo gasto de la obra.
Además, el tabasqueño ha manifestado que de ganar las elecciones de 2018 cancelará las obras del nuevo aeropuerto y, en su lugar, lo construirá en la Base Aérea Militar de Santa Lucía.
Ante estas declaraciones Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) comentó la importancia de considerar que “hoy ya, prácticamente, el 80 por ciento de las obras están contratadas. Estamos dando empleo a 40 mil trabajadores, el año que entra van a ser 100 mil. Hay créditos que están respaldando la obra del aeropuerto, no es una obra que se haga con recursos públicos”.
De acuerdo con el secretario, este proyecto es algo que va a ser muy difícil que se abandone, pues “hay un blindaje social desde el punto de vista del empleo que se está dando en esa zona tan necesitada”.
Este blindaje no sólo es social, sino también legal, pues hay 147 empresas mexicanas trabajando en el aeropuerto, las cuales tienen contratos a largo plazo y hay créditos internacionales financiando la obra.
El titular de la SCT dijo en entrevista con Joaquín López Dóriga que cancelar el proyecto generaría “un conflicto social, un conflicto legal y un conflicto de créditos internacionales.”
Además, existen varios estudios señalando que la incompatibilidad de dos aeropuertos funcionando, porque “son espacios que se cruzan, no pueden operar al mismo tiempo.
Aceptó que dicha cancelación generaría el incumplimiento de pagos a diversas instituciones nacionales e internacionales, además “debes tener una autorización de un organismo internacional que se llama Mitre que da fundamentalmente la autorización de espacios aéreos. Si no la tienes, las autoridades norteamericanas no te permitirán salir ni aterrizar”.
Destacó que él creía que el asunto ya estaba finiquitado, pues un grupo de asesores de López Obrador fueron recibidos en la SCT para hablar al respecto. En dicha reunión hubo funcionarios de Mitre y otras instituciones que dieron sus puntos de vista de que el proyecto era totalmente incompatible.
El actual gobierno dejará “la terminal en su estructura externa. Uno verá el aeropuerto. El edificio en su estructura lo que implica toda una cimentación. Hará falta equiparlo. La Torre de control en su parte externa, estará totalmente terminada. Dos pistas.”
Estimó que para septiembre de 2020 podrá utilizarse este nuevo aeropuerto porque “tiene su tiempo certificarlo. Una vez que esté terminado habrá certificaciones internacionales con todos los países que tendremos enlaces.”
Fuente: Radio Fórmula
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