Después de recorrer 2.800 millones de kilómetros llega Juno a Júpiter
La NASA ha descrito la aproximación de Juno como “visitar la parte más temible del lugar más temible… el entorno radiactivo de Júpiter que nadie ha visitado antes”.
La sonda Juno de la NASA, la nave impulsada por energía solar que ha viajado más lejos en el espacio, ha llegado este martes tras cinco años de viaje a la órbita de Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar, a la que dará 37 vueltas antes de estrellarse contra su superficie.
Después de un viaje de casi cinco años en el que habrá recorrido 2.800 millones de kilómetros, la nave Juno alcanzará el entorno de Júpiter a las 5:18 de la madrugada de este martes e iniciará la maniobra para ponerse en órbita.
Otros artefactos creados por el hombre han explorado Júpiter y sus lunas –en especial la sonda Galileo, que en 1995 alcanzó su atmósfera y se convirtiría en la primera en orbitarlo–, pero nunca hasta ahora se habían acercado tanto. Juno llegará a estar a algo más de 4.000 kilómetros de sus nubes para poder realizar las mediciones encomendadas.
“Estamos allí. Estamos en órbita. Hemos conquistado Júpiter”, dijo Scott Bolton, investigador principal de la NASA en el Southwest Research Institute en San Antonio, Texas. “¿Cómo funciona este universo maravilloso y cómo comenzó? Esta es una de las cosas más alucinantes de trabajar en la NASA, que recibes respuesta a estas preguntas”, dijo el investigador de la agencia espacial Steven Levin.
Júpiter no es una estrella, pero casi. Durante la etapa de formación del Sistema Solar, hace algo menos de 5.000 millones de años, actuó como un hermano egoísta y devoró los restos de gas y polvo que había dejado la formación del Sol. Así se convirtió en un planeta gigantesco, hecho de hidrógeno y helio, como las estrellas.
Ahora, tiene una masa que dobla al resto de planetas combinados y su área de influencia es inmensa. Cuenta con más de 60 lunas, como Ganímedes, mayor que Mercurio, o Europa, un mundo helado con un océano subterráneo en el que algunos consideran posible encontrar vida.
Bajo las nubes de ese mundo gigante y sus tormentas descomunales se esconden muchos de los secretos del origen del Sistema Solar y en la composición de su atmósfera se puede encontrar información sobre sus migraciones, en las que pudo arrasar nuestro sistema planetario para hacerlo habitable.
Es, además, un peligroso planeta. Este mastodonte da una vuelta sobre sí mismo cada 10 horas, lo que contribuye a generar un descomunal campo magnético en el que los electrones quedan atrapados y funcionan como balas para cualquier cosa que se le acerque. Heidi Becker, ingeniero especializada en efectos de la radiación del Jet Propulsion Laboratory de la NASA ha descrito la aproximación de Juno como “visitar la parte más temible del lugar más temible… el entorno radiactivo de Júpiter que nadie ha visitado antes”.
El País/ABC
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