Ayer, un narcotúnel fue localizado por fuerzas del Ejército mexicano en el interior de una bodega con el giro de importación y exportación, ubicada en las cercanías de la Garita de Otay.
Sin embargo, no es una noticia excepcional, pues se trata del cuarto pasadizo descubierto en lo que va de 2015. En la última década se han encontrado 181 subterráneos construidos por cárteles para el tráfico de drogas en los más de 3 mil kilómetros de frontera entre México y EU.
De éstos, más de 150 se localizan en los límites entre California y Baja California, y 56 de ellos en los apenas 119 kilómetros de frontera entre el condado de San Diego y la franja ubicada entre las ciudades de Tijuana y Mexicali, en Baja California, área controlada por el Cártel de Sinaloa.
Lauren Mack, portavoz de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en San Diego, explica que de 2006 a la fecha la mayoría de los decomisos en túneles fueron realizados en su área.
“En esta zona, durante los últimos 10 años la mayoría de los túneles están vinculados con el Cártel de Sinaloa porque es el grupo que está en el poder en el área del lado mexicano”.
Al ggrupo criminal liderado por “El Chapo” se le adjudican al menos 155 de ellos.
Fue en noviembre de 2011 cuando el Grupo de Tarea de Investigación de Túneles de esa región se volvió noticia al descubrir uno de los túneles más sofisticados entre ambas fronteras: 560 metros equipados con carros de transportación sobre rieles eléctricos, iluminación, pisos de madera, un sistema de elevación hidráulica y una puerta de acero controlada también con un mecanismo hidráulico vinculando dos bodegas con más 32 toneladas de mariguana, una en la ciudad de San Diego, del lado estadounidense, y otra en Tijuana, en México.
Dos semanas antes, el 15 de noviembre, se había detectado en la misma zona otro túnel en cuyo interior había 14 toneladas de mariguana. La suma de ambos aseguramientos de hierba, con un valor de 65 millones de dólares, fue uno de los montos más elevados en la historia de Estados Unidos.
Al descubrirse los túneles en 2011, Derek Brenner, agente especial del Área de Investigación del Departamento de Seguridad Interior (HSI) en San Diego, aseguró que “considerando el nivel de sofisticación involucrado, la organización criminal responsable de la construcción de este túnel tenía planes ambiciosos”.
Once meses más tarde, el propio Brenner anunciaba que tal organización era el Cártel de Sinaloa, y adjudicaba el éxito en el decomiso y la captura del responsable al trabajo conjunto del Grupo de Tarea de Investigación de Túneles.
Existe al interior de ICE una clasificación para los subterráneos más sofisticados, aquellos que han utilizado una tecnología avanzada en su construcción o en las instalaciones para su operación; la agencia los llama supertúneles. En los últimos 10 años se han encontrado 22 en San Diego, nueve de ellos funcionales al momento de ser descubiertos. Mack asegura que éstos son construidos específicamente para el tráfico de droga, en su mayoría mariguana, aunque se han encontrado rastros de cocaína.
Fue el aumento en la construcción de estas obras, a partir de 2006, lo que provocó la creación del grupo especializado en la investigación de túneles, con representantes de ICE, HSI, la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la Administración de Lucha Contra las Drogas (DEA) y la Oficina de Lucha contra Narcóticos de California. La agrupación utiliza técnicas que les permiten detectar subterráneos fronterizos, desde tecnología de vigilancia avanzada, hasta prácticas clásicas de trabajo de detectives. Esto último incluye la investigación de pistas proporcionadas por ciudadanos.
Al ser cuestionada sobre la cifra total de detenciones de responsables durante la última década, Mack asegura que si bien hay un número de personas presas en EU por la construcción de túneles —el caso más publicitado es el de Felipe de Jesús Corona Verbera, “El Arquitecto”, quien trabajaba para “El Chapo” y que paga una condena de 18 años en una prisión de Arizona—, la mayoría de las detenciones tendrían que hacerse en México, ya que desde allá se coordinan los proyectos. Quienes son detenidos en Estados Unidos suelen ser meros operadores a sueldo.
“El mayor número de responsables está en México”, señala Mack. “Para saber el número total de arrestos habría que preguntar a las autoridades mexicanas cuántos y quiénes han sido arrestados por su trabajo en la planeación de estas construcciones y su operación”.
Pero las cifras indican que del lado mexicano algo no está funcionando. De 2006 a 2012 fueron detenidas en la zona de San Diego a 18 personas involucradas en el desarrollo u operación de túneles; la mayoría eran trabajadores contratados temporalmente. Sin embargo, del lado mexicano, hasta enero de 2013 no existía un registro de detenciones. Hasta ese mismo año, mientras que ICE reportaba la existencia de 155 túneles en la frontera, la Procuraduría General de la República (PGR) en México tenía registrados sólo 16, hallados en ese periodo.
Tras el sonado caso de los túneles de 2011, y a pesar del cambio de gobierno en México, los decomisos no han cesado. Otro supertúnel de 500 metros de longitud, 10 de profundidad, 1.20 de altura y las mismas instalaciones de alto nivel para su operación, fue detectado en la misma zona en 2013, nuevamente en el corredor Otay Mesa. El decomiso esta vez fue de ocho toneladas de mariguana y 125 kilogramos de cocaína, con valor superior a 11 millones de dólares. Tres hombres de origen mexicano, vinculados con el Cártel de Sinaloa, fueron detenidos.
Hace unos meses, el 8 de abril de 2015, se descubrieron otros tres túneles, uno en Mexicali y dos en Tijuana. Una de las obras se ubicaba a 200 metros de la bodega donde fue descubierto el supertúnel de 2011, cerca de la comandancia de la Policía Federal y de una base militar.
Además, el propio líder del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, escapó del penal de alta seguridad donde estaba recluido a través de un túnel de alta tecnología, según la versión oficial.
Puedes dar un recorrido por dicho túnel en este vídeo.
Fuente: El Universal
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