Mientras las personas de la clase alta en Honk Kong viven en casas y departamentos lujosos, los más pobres deben vivir en jaulas colocadas dentro de apartamentos semiderruidos en zonas marginadas.
Tal es el caso de Leung Cho-yin, quien trabajaba como carnicero y paga mil 300 dólares de Hong Kong (167 dólares estadounidenses) al mes para vivir en una de una docena de jaulas de alambre de apenas 1,5 metros cuadrados.
A fin de protegerse de chinches, Leung y sus compañeros colocan colchas, sábanas o linóleo encima de las tablas de madera. “Me han picado tanto que ya estoy acostumbrado’’, expresó Leung al doblarse la manta para mostrar las picaduras. “No hay nada que hacer, tengo que sobrevivir aquí’’.
Unas 100 mil personas en esta antigua colonia británica viven en lo que se llama oficialmente “viviendas inadecuadas’’, según la Sociedad de Organización Comunitaria. Esa categoría incluye apartamentos subdivididos en pequeños cubículos, o con compartimientos del tamaño de un ataúd, o casuchas construidas sobre tejados. Tales viviendas humildes presentan un agudo contraste con la prosperidad de esta ciudad china.
Parte del problema son los altos precios de las viviendas, y eso está agravando la situación política para el gobernador de Hong Kong, Leung Chun-ying, un funcionario designado por el gobierno central de Beijing que cuenta con escaso apoyo público y que ahora debe enfrentar protestas por la crisis habitacional.
Fuente: Clarín
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