Sandino Bucio Dovalí, el estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que fue aprehendido con violencia por supuestos agentes de la Policía Federal y liberado seis horas después por falta de elementos, señaló que lo ocurrido el viernes es un intento de atemorizar a la sociedad para que no salga a manifestarse.
En conferencia de prensa realizada en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el joven narró que poco después de las 17 horas fue interceptado por cuatro hombres vestidos de civil que viajaban en un auto modelo Chevy, color gris, con placas 324-WHD.
Tras obligarlo a subirse al vehículo a golpes y empujones, contó, los agentes lo pasearon
durante horas por varias zonas de la ciudad, lo golpearon, lo interrogaron sobre su papel en el movimiento estudiantil y amenazaron con violarlo y hacerle daño a su familia.
Una vez presentado ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, de la Procuraduría General de la República, sus agresores le limpiaron la cara con su propia playera, lo peinaron, le dieron otra camiseta y le ordenaron que declarara que si tenía golpes, era porque se había caído, no por haber sido golpeado.
Al consignarlo, recordó el estudiante de filosofía, los agentes le explicaron a las autoridades que lo habían detenido porque lo habían vistometer una bomba en su mochila
y lo acusaron de haber tratado de usarla en contra de ellos cuando ya estaba en el carro.
Bucio estimó que la detención tuvo el propósito real de intimidarlo a él, a sus compañeros activistas y a todo el movimiento social, para evitar que la gente manifieste su descontento, por lo que llamó a seguir movilizándose, pero con las medidas de precaución necesarias.
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