Luis Antonio soltó una carcajada al escuchar su sentencia de 110 años
La activista Ortigoza lamenta que el caso de Sofía no entre en las estadísticas de feminicidios
El pasado 30 de enero de 2017, Luis Antonio secuestró, asesinó y sepultó en el traspatio de su casa a Sofía de 18 años. Esta semana el Juez dictó una sentencia de 110 años para el homicida, quien soltó una carcajada, la cual fue secundada por su abogado al escuchar el dictamen luego de advertir que se apelará, informó el diario El Universal.
La madre de Ana Sofía “N”, Elizabeth comenta que desde que inició el juicio, “el asesino no ha mostrado arrepentimiento, en las audiencias siempre le mira con una sonrisa burlona, y eso duele mucho”. Además esperaba que se le diera una pena mayor, que podrían ser 140 años de prisión.
La activista, Erika Ortigoza lamenta que “no se logró que el delito se tipificara como feminicidio, se le juzgó solo por secuestro y homicidio, Sofía ni siquiera entrará en las estadísticas de violencia de género”, enfatizó.
Con Elizabeth siempre está su hermana, Rosaura quien quería a Sofía como a una hija: “ella era mi hija”, expresó entre lágrimas. Ella recuerda que desde que nació se convirtió en una persona especial para toda su familia, era la que se preocupaba por los demás, la que tenía una sonrisa para todos y la artista nata, pintaba y tocaba el chelo en la orquesta Esperanza Azteca, dibujada y era poeta.
La tía de Sofía comenta que no solo la tiene en el corazón, sino también en la piel con el tatuaje de un chelo. Antes de su desaparición, la joven diría a sus familiares: “fluir de forma natural es la estrategia de la naturaleza”, por ello un de sus primas lleva grabada la frase en su brazo.
La madre de la joven de 18 años dijo que el último día que la vio con vida, lo recuerda como si recién hubiera pasado. Ana Sofía tenía los ojos azules y una gran sonrisa, se convirtió en la luz de la familia Ortega desde que nació, el 22 de septiembre de 1998.
La mañana del lunes 30 de enero de 2017, Elizabeth entró a la recámara de sus hijas y se despidió de ellas antes de salir a trabajar a una escuela primaria. A Sofía le recomendó quedarse en cama porque tenía una fuerte gripa que no la había dejado dormir.
“Antes de salir, Sofía me detuvo en la puerta y me dijo: `Mami te quiero, cuídate´; yo le respondí con las mismas palabras, se acostó y se tapó la cabeza”, recuerda.
Aunque la llamó en varias ocasiones y ella le contestó, Elizabeth asegura que “a las 13:30 horas las cosas ya no estaban bien, lo sentí en el corazón, ya no me respondió”, y nunca volvió a escuchar su voz.
Durante los cuatro meses siguientes recibió llamadas en el celular, donde le pedían 800 mil pesos a cambio de la vida de la Sofía, sin embargo el 27 de mayo la Procuraduría de Justicia le informó que ya habían localizado el cuerpo de su hija.
Las indagaciones sobre el caso llevaron a rastrear las llamadas, a las 13:15 horas del pasado 30 de enero Luis Antonio le marcó a Sofía y se vieron, ese día él la mató y la sepultó.
Ana Sofía conoció al homicida durante su fiesta de 18 años y se hicieron amigos. El pasado 20 de agosto, él fue sentenciado, pero de acuerdo con su abogado apelará el dictamen, por lo que la condena en firme tardará al menos un año. Cabe destacar que hay otro cómplice que no ha sido juzgado.
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