La problemática reside en el Istmo de Tehuantepec
Los nosocomios están en obra negra, sin equipo o sin medicamentos
El pasado 7 de octubre nació un bebé prematuro en el Hospital General de Juchitán, Oaxaca, “Macedonio Benítez Fuentes”, pero murió a los dos días. El menor nació a las 32 semanas, con bajo peso y síndrome de dificultad respiratoria.
En dicho nosocomio al igual que en el de Ciudad Ixtepec, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIN) están en obra negra desde hace más de seis meses por “falta de presupuesto económico”.
El único que funciona en la región es el Hospital de Salina Cruz, pero no tiene medicamentos.
Diariamente se violenta el derecho a la salud de miles de istmeños. Tanto así que no existe un sólo hospital en toda la región que pueda atender nacimientos prematuros o complicados.
Las áreas destinadas a ello están en desuso, por lo que se han improvisado pasillos o corredores para intentar, fallidamente, atender a los bebés.
La idea de un área, departamento u oficina que le dé continuidad a los bebés prematuros , por ejemplo los Centros de Seguimiento Pediátrico, es una realidad que no se conoce.
Luis Aquino Santiago, médico pediatra neonatólogo (uno de los únicos cuatro que hay en toda la región donde nacen al mes cerca de 50 prematuros), diariamente atiende entre 8 y 10 nacimientos complicados o a término.
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