En días pasados se celebró en Bruselas, la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE).
Durante esta reunión, a la que asistió Enrique Peña Nieto y parte de su ejército de servidumbre, aseguró en una entrevista otorgada a la agencia de noticias española EFE, ser “partidario de que haya respeto a los Derechos Humanos (DH) en Venezuela”.
Sin duda todos somos partidarios de que exista este respeto a los DH tanto en Venezuela y en todo lados, pero: ¿tiene cara el gobierno de México para ser “partidario” en este momento del respeto a los Derechos Humanos en otro país? No.
Según datos recientemente publicados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México desaparecen 11 personas al día y en los últimos 15 años, han sido asesinados 103 periodistas y han desaparecido otros 25 según datos de la PGR, entre muchos otras situaciones a señalar.
El Estado mexicano no solo es incapaz de proteger los Derechos Humanos sino que, en muchos sentidos parece que hasta les molesta su existencia.
Periodistas asesinados, activistas encarcelados, represiones violentas a las manifestaciones, estudiantes desaparecidos y un sin fin de violaciones constantes debido a la falta de capacidad y voluntad del Estado para respetar los acuerdos firmados en materia de DH. La llamada: “comunidad internacional” que se vuelca a criticar a Venezuela constantemente, es la misma que calla respecto a las atrocidades que suceden en México para no afectar la relación comercial.
Los que hoy exigen a Maduro Moros respeto a los DH y venden mediante sus Medios de Comunicación una crisis mayor de lo que en realidad es, son por lo general personajes que provienen principalmente de países con perfil bélico que han convertido en su deporte, la injerencia política en otro países y critican a la Revolución Bolivariana de Venezuela mediante el uso de mentiras e información sesgada para manipular la opinión pública.
El caso del encarcelamiento de Leopoldo López y de Antonio Ledezma han llevado a la intensificación de las campañas en “pro” de los DH en Venezuela, pero muchos ignoran que estos dos personajes, estuvieron involucrados en el Golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez y en los intentos de derrocamiento de Nicolás Maduro en 2014.
Se le exige a Venezuela respeto a los DH, aún cuando la Corte Interamericana de DH en su momento reconoció al efímero gobierno golpista y antidemocrático de Pedro Carmona en 2002.
Ex-presidentes de arraigado fascismo como: José María Aznar, Felipe González, Andrés Pastrana, Sebastián Piñera, Felipe Calderón y otro tanto de personajes de decadente reputación como: Mario Vargas Llosa (que llamó “suicidio colectivo” el regreso del PRI y después se retractó) no soportan que este país sudamericano, junto a muchos otros de la región, están optando por políticas contrarias a los intereses neoliberales de estos lacayos del capital y las trasnacionales.
EUA se niega a firmar compromisos con los DH. España y otros países de Europa apoyaron y financiaron el bombardeo a Libia por parte de la OTAN en 2011 con el objetivo de saquear el país africano. En España, el desempleo en los jóvenes rebasa el 50%, los bancos sacan a las familias de sus casas y se pretende privatizar la sanidad como parte de las medidas de “austeridad” dictadas por el FMI.
Esas potencias que se sienten moralmente superiores a los demás, son las mismas que aseguran que Israel bombardea Palestina en defensa propia y le estrechan la mano para cerrar acuerdos económicos totalmente turbios. Celebran el descongelamiento en las relaciones entre EUA y Cuba, pero no abogan para que se cierre la prisión de Guantánamo y se levante el embargo económico a la isla, vigente desde 1960.
Y aunque Peña Nieto se presume congruente por respetar la libre determinación de las naciones, también aplaude los “esfuerzos” injerencistas en Venezuela como buen cachorro del imperio. Hipocresía política y ejemplo de doble moral.
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