Hace apenas un mes, el 8 de enero, el Secretario de Hacienda Luis Videgaray Caso declaró en un seminario que aunque la moneda mexicana ha acumulado desde el inicio de la actual administración “una depreciación del 38 por ciento contra el dólar estadounidense”, ha sido menor frente a la de otras divisas como la del dólar canadiense (42%), el australiano (47%) o el peso colombiano y real brasileño (80%).
Pero el 4 de enero –la primera sesión del año– el dólar en bancos cotizaba en 17.70 pesos y el interbancario en 17.32 pesos. Un mes después, el 4 de febrero, el peso mexicano y el argentino intercambiaron lugares: el dólar en bancos cotizó hasta en 18.55 pesos y el interbancario en 18.32 pesos.
El jueves el peso registró el mayor desplome entre las divisas de mercados emergentes, de acuerdo con el ranking diario de monedas de Bloomberg. El índice indicó además que el peso terminó enero con una pérdida de 4.40 por ciento, sólo por arriba del argentino cuyo desplome mensual fue de 5.48 por ciento, y por debajo del colombiano o del real brasileño (con todo y que Brasil está en recesión).
Hoy, el dólar en bancos ha cerrado hasta en 19.08 pesos, 26 centavos más que el viernes. Durante la jornada alcanzó los 19.10 por uno, el máximo histórico también registrado en enero. En el mercado cambiario internacional, la divisa norrteamericana registró una disminución de 0.38 por ciento, lo que ayudó a suavizar un tanto la caída de la moneda mexicana.
En cuanto a Argentina, su moneda se vio afectada principalmente por la decisión del Gobierno entrante de Mauricio Macri de finalizar en diciembre las restricciones cambiarias, conocidas como “cepo” al dólar, instaladas en 2011 para intentar contener la fuga de divisas. Ese día el peso argentino cayó más de 40 por ciento.
Como expuso el Banco de México (Banxico) en el comunicado del jueves, las turbulencias se dan en un contexto de bajo crecimiento global, de una creciente divergencia en las perspectivas de las políticas monetarias de varios de los bancos centrales de las principales economías avanzadas, de claras señales de vulnerabilidad en algunos países emergentes importantes –notoriamente China, Brasil y Rusia–, y de mayores caídas en los precios de las materias primas, destacando el petróleo.
Este lunes 2, el precio del crudo tipo West Texas Intermadiate bajó 3.14 por ciento a 29.92 dólares por barril, en tanto que el Brent disminuyó 2.67 por ciento a 33.15 dólares.
Por su parte, Banco Base afirmó que los riesgos al alza para el tipo de cambio se renuevan al inicio de esta semana debido a que la generación de empleo en Estados Unidos durante enero se colocó por debajo de lo estimado, a pesar de que la tasa de desempleo bajó de 5 a 4.9 por ciento en el primer mes del año. A la par, expuso el grupo financiero, los precios del petróleo mantienen una tendencia a la baja, por lo que es probable que el tipo de cambio alcance nuevos máximos históricos en el corto plazo.
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