Las jóvenes siempre debían asistir con tacones, maquilladas y faldas arriba de la rodilla
Francesco Bellomo acosaba a las estudiantes, las obligaba a firmar un contrato con el código de vestimenta y las cuestionaba sobre su vida sentimental
El Consejo de Estado italiano destituyó este viernes al magistrado Francesco Bellomo, por tratar de forma sexista a las becarias de la escuela de formación que dirige.
Bellomo, de 47 años, exigía a las estudiantes utilizar zapatos de tacón alto, siempre asistir maquilladas y con faldas arriba de la rodilla, además él decidía el largo de las medias que debían usar.
El Consejo decidió destituirlo del cargo por ejercer acosar y presionar a las jovencitas que acudían de la escuela en la que se forman los futuros magistrados.
Ante este comportamiento, el máximo órgano consultivo en materia jurídica del Gobierno italiano decidió la expulsión de Bellomo como miembro del Consejo de Presidencia de la Justicia Administrativa por 13 votos a favor y una abstención, según Il Post.
Para hacer efectivo este dictamen, el Consejo debe ser ratificado por el primer ministro, ahora en funciones, Paolo Gentiloni, y por el presidente de la República, Sergio Mattarella.
Bellomo anunció que recurrirá la decisión ante el Tribunal Administrativo Regional de la región del Lazio, y se dedicará de tiempo completo a su pasión: la educación.
El magistrado destituido les pedía a las jóvenes aspirantes que firmaran un contrato en el que se comprometían a escribir artículos para la revista del centro y la participación en convenios, bajo un código de vestimenta instaurado por él.
Un cláusula del contrato estipulaba que debía ser revocada la beca si la estudiante se casaba. En caso de hacerlo Bellomo debía conceder el permiso a la estudiante para hacerlo, pero antes debía valora el cociente intelectual de la pareja de su alumna.
Este caso de acoso y hostigamiento fue revelado por el padre de una de las estudiantes, quien escribió una carta al Consejo de Estado hace un año para denunciar las acciones del magistrado, las cuales habían causado un daño físico y psicológico a su hija con quien Bellomo llegó a mantener una relación sentimental.
Ante esta denuncia, varias chicas acudieron a contar su experiencia en el centro de formación. Una de ellas se llama Rosa Calvi, de 28 años de edad, quien aseguró que el magistrado le pidió que adelgazara cinco kilos y la cuestionaba sobre su vida sentimental.
Tras los hechos, ahora la justicia ordinaria de Italia se encargará del caso a través de la Fiscalía de Piacenza, Bari y Milán indagan ya en los mismos.
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