Uno de los familiares argumentó que el ácido no destruye la materia, sólo la transforma
Tampoco se disuelve de la noche a la mañana y las autoridades se basaron en una mancha de sangre y en el ADN de unas esposas, dijo
La familia de Marco Francisco García Avalos, uno de los tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) desaparecidos el pasado 19 de marzo, consideró la versión de la Fiscalía de Jalisco sobre el final de los jóvenes como “una mentira satánica”, pues no hay pruebas suficientes para determinar que fueron asesinados y disueltos en ácido.
El pasado lunes 23, en la rueda de prensa de la Fiscalía estatal participó la abogada María Lina Gutiérrez, quien dijo ser representante de las familias de los estudiantes y afirmó que éstas aceptaban la versión de lo ocurrido.
Pero Ramón García, padre de Marco Francisco, aseguró que ella no les pidió ser la abogada, “es una amiga de Tepic que llegó para solidarizarse con nuestro dolor, pero nada más, ella jamás llamó a ningún padre de familia (…) lo que sí es verdad es la declaración que hizo la Federación de Estudiantes Universitarios de que no se comprobó que nuestros hijos estén muertos”.
María Lina Gutiérrez también es directora general de Contraloría Interna del gobierno de Nayarit y ha afirmado que la investigación de las autoridades es sólida y que los padres de Javier Salomón Aceves, Jesús Daniel Díaz y Marco Francisco García Ávalos, la aprueban.
Ramón García argumentó que el ácido sulfúrico no se obtiene en cualquier parte, es caro y no se puede manejar en tambos de plástico, sino en contenedores de alta resistencia al calor. En el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses le dijeron que no quedó nada en los tambos donde las autoridades dijeron que fueron disueltos los jóvenes y sólo había material genético en una mancha de sangre y en unas esposas, las cuales correspondían al ADN de los padres de Jesús y de Marco.
García dijo que eso no indica que los estudiantes fueran asesinados: “en primer lugar ese ácido rompe el tambo porque no está preparado para altas capacidades, es carísimo ese ácido y tendrían que investigar quién se los vendió; la gente piensa que al momento de echar el ácido se estaban disolviendo los muchachos, se convertían en ácido y se iban con el Señor. No, no es cierto, porque el ácido transforma la materia pero no la destruye. Si echo una botella, pierde la figura de botella pero abajo queda residuo molecular o a lo mejor porciones grandes, depende del material, no se disuelve de la noche a la mañana y ahora me dice que no hubo tambos, ni una gotita de ese ácido que dicen, no se vale que den esas mentiras tan satánicas, tan maquiavélicas, tan de Frankenstein”.
El video que hacían Salomón, Jesús y Marco era de una historia de terror, por lo cual probablemente utilizaron esposas en la grabación. Ramón García consideró que las encontraron en la finca donde realizaron la tarea y por eso puede haber “ADN de mi hijo ahí, pero esas esposas no muestran que ellos fueron disueltos en ácido. Si en la segunda casa hay una mancha de sangre, no significa que degollaron a alguien. Hasta ahorita no sabemos cuál fue el fin de ellos tres, no sabemos qué pasó ni en qué acabó esto”.
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