En las pasadas elecciones parlamentarias en Venezuela, el Chavismo recibió el golpe electoral más fuerte en 17 años. De los 166 diputados que componen la Asamblea Nacional, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) alcanzó 109 curules, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) 55 y la Representación Indígena 3.
Es la primera vez desde 1999 que la oposición venezolana obtiene la mayoría parlamentaria y quedó en evidencia lo que distintos medios de comunicación y algunos países se negaban a reconocer: Venezuela es un país en democracia con un sistema electoral confiable.
Probablemente si los resultados no hubieran favorecido al MUD estarían alegando fraude y hubieran intensificado el bombardeo mediático hacia el gobierno legítimo que hoy encabeza el presidente Nicolás Maduro. Como no fue el caso evitaré los “hubieras”.
No podemos negar que una vez más ganó la democracia en Venezuela. El sistema electoral venezolano fue catalogado como “el mejor del mundo” según Jimmy Carter, expresidente de los EUA y fundador de The Carter Center. No hay duda que los procesos electorales anteriores al del domingo 6 de Diciembre de 2015 fueron tan legítimos como este último. Ya quisiéramos tener en México un sistema electoral tan confiable como ese.
El proceso político de la Revolución Bolivariana en Venezuela es desconocido y satanizado por muchos, con aciertos y errores como todos pero con una desestabilización constante que ha influido fuertemente en la opinión pública. El intervencionismo yankee en el pais caribeño no ha cesado desde que Chávez llegó al poder y parece que por fin esta viendo sus frutos.
No podemos ignorar los millones de dólares que destina año con año el gobierno estadounidense para financiar a la oposición mediante ONGs y otros organismos. No podemos ignorar el golpeteo sistemático de medios de comunicación locales y de alcance mundial como CNN. No podemos ignorar que EUA apoyó el Golpe de Estado a Chávez en 2002 con el que pretendían imponer en la presidencia al líder empresarial Pedro Carmona. Dicho sea de paso, ese golpe también contó con el apoyo de Leopoldo López y Antonio Ledezma, actualmente en prisión y “mártires” según cierta prensa. Tampoco podemos dejar de lado la guerra económica que hay en contra del gobierno de Nicolás Maduro muy parecida a la que se aplicó a Salvador Allende en Chile. Mucho menos podemos olvidar que según el Decreto Obama, Venezuela representa una amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional de Estados Unidos, que por cierto cuenta con bases militares en Colombia. Y bajo ninguna circunstancia podemos omitir que Venezuela tiene la reserva de petróleo más grande del mundo y ya sabemos lo que esto significa. Sin duda es una extraña dictadura la de Venezuela. Respetar y reconocer resultados electorales de la oposición no pasa ni en algunos países supuestamente en democracia.
Es un hecho que la oposición ganó por decisión de los venezolanos pero evidentemente influyó el intervencionismo multidimensional foráneo. El chavismo por su parte debe enmendar errores cometidos por ellos mismos y asumir su parte de responsabilidad en la derrota. Ojalá que tanto el oficialismo como la oposición den muestra de voluntad para que las cosas mejoren en el país. Los objetivos de la Revolución Bolivariana no fueron alcanzados…por ahora.
-Manuel Tenedor
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