El número de fotos manipuladas digitalmente ha aumentado exponencialmente.
A la hora de perpetrar un buen engaño con Photoshop hace falta oficio, tiempo, paciencia y destreza.
Si alguna vez ha visto una imagen como la que encabeza el artículo puede que haya pensado que es cierta. No lo es. El número de fotos manipuladas digitalmente ha aumentado exponencialmente. No es extraño si tenemos en cuenta que muchos teléfonos cuentan con el denominado efecto belleza para selfies y las enormes ventas de las aplicaciones para retocar fotos. Pero una cosa es quitarse años con una ‘app’ y otra muy diferente es realizar fotomontajes de calidad.
A la hora de perpetrar un buen engaño con Photoshop hace falta oficio, tiempo, paciencia y destreza. Una combinación que solo logran algunos artesanos digitales que se ganan la vida manipulando fotos. Trastear con el programa de Adobe o alguno similar desde luego no equivale a saber manipular de forma eficiente una fotografía. Hay miles de ejemplos de desastres con Photoshop.
“La gente ha asumido que en moda y publicidad las imágenes se retocan, por lo que está empezando a darse una visibilización de los retocadores, aunque hay un mayor secretismo en el retoque de imágenes para redes sociales, como las que publican algunas blogueras”. Un experto español en retoque que ha alcanzado una gran fama es Omar Josef, como demuestra el enorme portafolio de trabajos que muestra en su página web.
Un ejemplo de un fotomontaje chapucero reciente es el de esta foto viral de un piloto haciéndose un selfie desde la ventanilla de un avión en pleno vuelo. La trampa es fácil de desenmascarar porque en las gafas del piloto se veía reflejada la pista de un aeropuerto en lugar de las nubes. Era fácil deducir que la imagen se construyó con dos imágenes superpuestas a modo de ‘collage’: la del piloto y el avión en la pista, junto con un falso fondo.
Esta clase de fotomontajes se dan en gran parte por el auge de las aplicaciones de retoque fotográfico. Un buen ejemplo de ello es Pixomatic, que en el momento de escribir estas líneas está entre las diez más vendidas en la App Store.
Con ella es relativamente sencillo recortar una figura y colocarla sobre un fondo diferente al original. Su funcionamiento se asemeja bastante al de la herramienta para crear máscaras rápidas de Photoshop, una función que permite señalizar una zona que queremos recortar analizando los píxeles para que el recorte de la figura sea lo más preciso posible.
Por mucho que Photoshop acapare siempre los titulares cuando se habla de manipulación fotográfica es posible alterar una escena en el momento mismo de ser fotografiada utilizando iluminación artificial, filtros para objetivos o técnicas como la doble exposición. Aunque con frecuencia no hay mejor truco para sorprender al espectador que observar con atención lo que sucede a nuestro alrededor y saber cuándo es el momento perfecto para disparar.
Fuente:El Confidencial
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