Matar a un periodista en nuestro país es un ataque contra la democracia, y es que cada vez que matan a uno de ellos, se atenta contra el derecho a la verdad que merecen todas las personas. Pero la desgracia es que los mismos periodistas no se unen, no crean un frente común para frenar los atropellos.
En México los periodistas reportan su propia muerte. Eso es para estar hasta aquí.
*Esta columna refleja sólo el punto de vista de su autor
POR: Leonardo Schwebel
@LeoSchwebel
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