Su piel tuvo que quedarse en España
El hombre fue víctima de un acto salvaje al ser tratado como un animal para ser exhibido
El “Negro de Banyoles” fue un guerrero africano que al morir fue disecado por Jules Verreaux, un comerciante de “especímenes naturales”, mismo que durante 170 años ha sido exhibido en un museos de Francia y España como cualquier otro animal.
En 1831 Verreaux, descubrió a este hombre que apenas había fallecido, por la noche se escabulló y desenterró el cuerpo para más tarde darle el tratamiento adecuado para discarlo.
Éste ha recorrido varios museos sin saber a ciencia exacta cómo llegó hasta ahí, actualmente se encuentra en su tierra natal, África, donde ya fue enterrado y en las placas se puede leer: “El Negro. Murió en 1830. Hijo de África. Su cuerpo fue llevado a Europa. Retornó a suelo africano en 2000”.
Cuando el gobierno español decidió repatriarlo para ser enterrado de nuevo en suelo africano, se le sacó el relleno de algodón y le retiraron las partes que no eran humanas, como los ojos de vidrio, sin embargo al realizar este proceso la piel que había sido barnizada para oscurecerla más, se rompió y se quedó en Madrid.
El 4 de octubre en Botswana, se llevó a cabo el entierro en su país natal. El ataúd contiene el cráneo, un brazo y los hueso de los pies. Al funeral acudieron líderes religiosos que hicieron un homenaje a su figura, a pesar de no saber su nombre.
Investigaciones realizadas al cuerpo revelaron que media 1.40cm, tenía 27 años y murió de pulmonía.
Fuente: BBC
Sé parte de la conversación