Carecen de agua 17 mil escuelas
beneficiadas con recursos del Programa de la Reforma Educativa (PRE) para mejorar su infraestructura, dependiente de la SEP, no tienen agua corriente.
De acuerdo con la base de datos del PRE, en total, hay 23 mil 147 planteles que recibieron recursos para mejorar su infraestructura, de las cuales 17 mil 312, es decir el 74.7 por ciento no contaban con agua corriente ya sea porque carecen del servicio o el agua les llega a través de pipas.
El avance del programa indica que al cierre del ciclo escolar 2014-2015, sólo mil 539 escuelas “aseguraron y mejoraron el suministro de agua” de los planteles.
Lo anterior a pesar de que el PRE tiene entre sus objetivos resolver 5 problemas estructurales de estas escuelas: la disponibilidad de agua, de servicios sanitarios, materiales del piso, el inmueble y materiales educativos.
Los lineamientos de operación del programa indican que el Consejo de Participación Escolar, compuesto por padres de familia y personal docente, debían decidir las mejoras a realizar con la supervisión de la autoridad educativa local.
El programa dividió los recursos que canalizó a las escuelas en tres componentes: Con el uno, las escuelas podían recibir poco más de 800 mil pesos para mejorar la infraestructura del plantel; con el componente dos, estaba destinado a la compra de materiales educativos y mobiliario; y el componente tres, se canalizó a las supervisiones escolares.
El resultado es que hay escuelas que optaron, por comprar equipo de cómputo, materiales educativos o mobiliario escolar, antes que contar con agua corriente.
Son los casos de la preescolar Emma Godoy, de Acapulco, Guerrero; el Preescolar Gabriela Mistral, en Tepatitlán, Jalisco o la Secundaria ubicada en Tlaquiltenango, Morelos que rehabilitaron sus aulas y compraron mobiliario escolar, antes que tener agua.
La Telesecundaria N 114, ubicada en Ensenada, Baja California, optó por colocar una plaza cívica en lugar de tener agua o baños.
Lorenzo Gómez Morín, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), aseguró que el programa carece de supervisión técnica; que dejó a los padres de familia decidir qué debía hacerse en cada plantel y que no se resolvieron los problemas estructurales, como es tener agua corriente y sanitarios.
Fuente: Reforma
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