La menor afirmó que los profesores se percataron de los hechos, pero la amenazaron para que no denunciara
Ya fue sometida a tres estudios: en uno acreditaron la violación, en otro la negaron y el tercero señalaron que hubo desgarre, pero delito.
Una mujer denunció públicamente que la Fiscalía General del estado (FGE) de Puebla no ha acreditado el delito de violación del que su hija de 14 años de edad fue víctima por parte de tres compañeros de la escuela, a pesar de que la joven fue sometida a tres estudios para determinar si en realidad sufrió el abuso.
De acuerdo con el testimonio de Guadalupe, exalumna de la telesecundaria Jaime Torres Bodet, en donde se cometió la agresión, hace 10 meses tres de sus compañeros, identificados como Ángel Daniel N., Juan Diego N., y Arnaldo N., la encerraron en el salón de clases y abusaron sexualmente de ella, mientras el resto de los alumnos practicaban otra actividad.
La menor afirmó que los profesores se percataron inmediatamente de los hechos, pero en vez de apoyar a la alumna, la amenazaron para que no dijera nada, situación por la que ya no quiso asistir a la telesecundaria y se limitó a decirle a su mamá que sus compañeros la habían tocado.
Por ello, Sonia, la madre de la menor, acudió a interponer una denuncia por el delito de acoso sexual, pero los maestros de la Telesecundaria hablaron con ella para llegar a un “acuerdo”. Sin embargo, un mes después Guadalupe le confesó a su mamá que la habían amenazado.
“Tardé un mes para decirle porque yo estaba amenazada. Ya no quise regresar a la escuela y le dije a mi mamá que era porque me habían tocado y me alzaron la falta pero después ya no pude, ya no aguanté y le dije”, dijo la víctima a Página Negra, un portal de Puebla.
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Debido a esto, madre e hija presentaron nuevamente una denuncia, pero esta vez por violación, tras la cual la joven fue examinada por un médico de la Fiscalía en el municipio de Tlatlahuitepec, quien confirmó que Guadalupe sí fue víctima de violación tumultuaria.
El caso llegó a la ciudad de Puebla, en donde la adolescente fue sometida a un segundo estudio que le realizó una médico, también perteneciente a la FGE y el resultado fue que no existió violación alguna, entonces Sonia solicitó que le realizaran un tercer estudio a su hija, esta vez con otro doctor.
En esa tercera revisión, realizada por médicos del Tribunal Superior de Justicia, los especialistas señalaron que la joven sí presentó desgarre, pero no acreditaron la violación.
Las denunciantes explicaron que desde la agresión se han traslado a la capital poblana siete veces y lejos de mostrar avances en la investigación las autoridades ponen en duda sí en verdad existió algún delito en contra de la menor.
Ahora Sonia y Guadalupe, quien a pesar de que fue cambiada de escuela sufre de estrés postraumático, exigen justicia, sin importar las constantes amenazas de las que también han sido víctimas por parte de los familiares de los presuntos agresores. Incluso sostuvieron que están dispuestas a llegara hasta el Fiscal Regional para que el delito cometido contra la menor no quede impune.
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