La pareja practica el “respiracionismo”
“Los humanos pueden vivir sin comida, siempre y cuando estén conectados a la energía…”, asegura
Camila Castello y Akahi Ricardo conforman un matrimonio que se hizo famoso tras darse a conocer su historia, en la que narran que solo comen tres veces por semana ya que son practicantes de una pseudociencia llamada “respiracionismo”.
El “respiracionismo” fue inventado por Jasmuheen, en realidad nacida en Brisbane (Australia) como Ellen Greve en 1957, el cual establece que el cuerpo solo se debe alimentar de luz y de prana, que en el hinduismo es la energía vital del cosmos.
La pareja descubrió esta técnica en el 2008, después de pasar por el vegetarianismo al crudiveganismo, y después del frutivorismo al respiracionismo.
Camila dio al luz a un bebé muy sano aun cuando no comió correctamente durante el proceso de gestación. La mujer asegura que sus análisis de sangre salieron impecables.
“Los humanos pueden vivir sin comida, siempre y cuando estén conectados a la energía que existen todas las cosas mediante la respiración”, dice Akahi, el esposo de Camila.
La pareja detalla que ahora solo comen de manera ocasional, en un evento social o cuando quieren degustar algún alimento. Actualmente tienen dos hijos, pero por suerte no los obligan a comulgar con ninguna de sus creencias.
De acuerdo con la doctora Carme Garcia, “el respiracionismo no es un simple ayuno porque los riesgos son obvios (…) no hay que confundir el ayuno controlado con esta técnica peligrosa y poco racional”.
Otros señalan que esta práctica es un fraude. En 1999 se dio a conocer la historia de Verity Linn, una mujer que había muerto en el bosque intentando vivir sin comer ni beber durante 21 días según los consejos de “Viviendo de la luz”, uno de los libros escritos por Jasmuheen.
Pero lo cierto es que ni la propia fundadora ha podido demostrar jamás sus afirmaciones. Al intentar demostrar que podía vivir perfectamente sin alimento ni agua para la televisión australiana, los médicos que monitorizaban su salud la instaron a cesar porque se estaba deshidratando, había perdido peso y su habla empezó a ser más lenta.
Hacer ayunos prolongado alimentándose “solo de la luz” representa un riesgo para la salud. Cuando el cuerpo no prueba alimentos entre 48 y 72 horas entra en un estado de shock. Las células se estresan y se empieza a producir adrenalina y cortisol, que son tóxicos en grandes cantidades.
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