Viajes no oficiales pagados con el dinero de todos los mexicanos
Emilio Gamboa viaja en helicóptero a jugar golf, Angélica Rivera utiliza aviones para sus viajes por Miami y Javier Duarte mandaba a pedir tortas en helicóptero
Por Juventino Montelongo
soyquiroz@gmail.com
Este lunes 16 de septiembre el periódico Reforma dio a conocer que el senador Emilio Gamboa Patrón utilizó un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana para ir a jugar golf con el presidente Enrique Peña Nieto.
Según este diario, el también coordinador del PRI en el Senado de la República utilizó este domingo 15 de octubre la aeronave con matrícula XC-LNR, el cual es uno de los 11 helicópteros de la Coordinación General de Transportes Aéreos Presidenciales (CGTAP), dependiente del Estado Mayor Presidencial.
Uno de los colaboradores de Gamboa Patrón se acercó al vehículo y le entregó una bolsa de palos de golf. Esto fue observado el equipo femenil de Tiro con Arco, quienes interrumpieron su práctica oficial en Campo Marte debido al aterrizaje y despegue del helicóptero.
“Nunca había visto aterrizar un helicóptero tan cerca. Fueron como 15 o 20 minutos de pausa”, dijo a Reforma Alejandra Valencia, cuarto lugar en Río 2016, quien observó los movimientos de la aeronave, quien acusó que dichas interrupciones son comunes, aunque no le había tocado una que durara tanto.
Pese a esto, no es la primera vez que Gamboa u otros funcionarios públicos se ven envueltos en escándalos de este tipo. Hace un año, en octubre de 2016, el senador y Guillermo Ruiz de Teresa, funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se pasearon en helicóptero y luego en yate por el Parque Nacional Arrecife Alacranes de Yucatán, invitados por el presidente del Grupo Dicas, Emilio Díaz Castellanos.
En dicha ocasión la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) únicamente multó al piloto de la aeronave, al arrendador y el propietario del yate. Por su parte, el senador Patrón sólo reconoció que había cometido un error, sin que fuera castigado por ello.
Más personajes que utilizan aeronaves oficiales
En 2012, Paulina Romero, hija del senador priista y líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, fue exhibida por el mismo diario Reforma, quienes dieron a conocer los viajes y lujos que la joven presumía en su cuenta personal de Facebook.
Ella viajaba en compañía de sus mascotas en jets privados, descansaba en lujosos hoteles y bebía botellas de vino que llegaban a tener un costo de 700 dólares.
Luego de que el diario diera a conocer estas fotografías, Paulina borró su perfil de Facebook. Sin embargo, destaca que también su padre ha utilizado aeronaves oficiales para asistir a eventos privados.
En junio de este año, Deschamps fue exhibido llegando a un velorio en un helicóptero de Transportes Aéreos Pegaso, empresa que es prestadora de servicios de Pemex, ¿el castigo? Ninguno.
Los viajes de Angélica Rivera
Esto mismo sucedió con Angélica Rivera, esposa del presidente Peña Nieto, quien según el portal de noticias de la periodista Carmen Aristegui, en donde se documentaron 20 viajes que la primera dama, en compañía de familiares y amigos, realizó a Miami, en donde cuenta con un lujoso departamento en un conjunto residencial llamado Ocean Towers, en Key Biscayne.
Lo anterior fue recogido por las periodistas Claudia Guerrero e Isabel Arvide en el libro “Sí merezco abundancia”, publicado por Grupo Editorial Planeta, bajo el sello Temas de hoy.
“Como mero ejemplo, el viaje que realizó en enero de 2013, nos tuvieron que informar, costó 551 mil pesos. Antes de la devaluación de nuestra moneda. Así que debemos agregar un 40 por ciento más”, publicaron las periodistas.
Con este dinero también se pagaron a los guardaespaldas de Rivera, los cuales pertenecen al Estado Mayor Presidencial, quienes se alojaron en el hotel Ritz Carlton.
Rivera hizo otro viaje similar, aunque más caro, al Vaticano, para presenciar la canonización del Papa Juan Pablo II, lo que le costó a los mexicanos 91 mil 56 dólares, que según el precio del dólar de este lunes 16 de octubre, sería equivalente a un millón 710 mil 942 pesos.
David Korenfeld y sus paseos familiares
En 2015, el extitular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld fue exhibido utilizando un helicóptero de dicha dependencia para viajar en compañía de su familia. Por esto la Secretaría de la Función Pública (SFP) abrió una investigación en su contra, lo cual derivó en su renuncia voluntaria frente a dicha dependencia.
En un mensaje a medios de comunicación, aclaró que su renuncia fue puesta a disposición del presidente, Enrique Peña Nieto, desde que comenzó la polémica por el caso y reiteró su “más sincera disculpa” por haber empleado un bien público para un asunto personal.
Esa fue la sanción que recibió, su propia renuncia, ya que el INAI aseguró que no podía dar información detallada de los vuelos de Korenfeld ya que se trataba de un asunto de seguridad nacional, seguridad pública y de seguridad por las personas que vuelan en helicópteros y aviones de la dependencia.
Viajes en helicóptero para comprar tortas
Según el periodista Noé Zavaleta, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte y su esposa Karime Macías, cumplían sus antojos de tortas al mandarlas a pedir a la ciudad de Córdoba, en helicópteros oficiales.
“Columnistas de Veracruz han consignado que las aeronaves del gobierno de Duarte también han sido utilizadas para complacer los gustos gastronómicos del político priista, quien desde palacio de gobierno ha encargado en varias ocasiones que le traigan tortas del expendio ‘La Rielera’, ubicado en su ciudad natal Córdoba”, escribió Zavaleta en el semanario Proceso el 14 de enero de 2014.
Su gusto por dichas tortas los hizo público a dos meses de haber llegado al gobierno veracruzano, ya que en enero de 2011 durante una visita a Córdoba, Duarte “recordó el sabor de las ricas tortas de La Rielera”.
Pese a que todas estas aeronaves, sus pilotos y hasta el combustible que utilizan, son pagadas por todos los mexicanos, la información que tenemos sobre su uso es poco visible, ya que el gobierno federal se ha encargado de esconderla bajo el pretexto de que publicar dicha información podría poner en peligro la vida de los servidores públicos, quienes poco o nada se han preocupado por la seguridad de las personas de las que dependen: los ciudadanos.
Sé parte de la conversación