“Una rata hambrienta será muy agresiva con otras ratas”, explicó un experto
La falta de comida está modificando el comportamiento de las ratas en diversas ciudades del mundo, por lo que ahora son más agresivas e incluso están recurriendo al canibalismo.
Debido a la pandemia de Covid-19, muchas de las fuentes de alimento de estos roedores disminuyeron o desaparecieron, pues con el confinamiento los restaurantes se vieron obligados a cerrar sus puertas y con ello dejaron de producir desperdicios que son consumidos por estos animales.
“Una rata hambrienta será muy agresiva con otras ratas”, explicó a la BBC Robert Corrigan, un consultor especialista en control de roedores para empresas y departamentos de salud en Estados Unidos.
En los lugares donde antes las ratas encontraban alimento de forma rápida ya no hay tal, y los expertos han comenzado a encontrar evidencias de canibalismo, una práctica común en situación de hambre extrema.
“Se están atacando, matando y comiendo unas a otras”, aseguró Corrigan.
Apenas la semana pasada los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) emitió una alerta pues estos roedores, en busca de comida, pueden presentar un “comportamiento poco común o agresivo”.
Con el cierre de restaurantes, indica la agencia sanitaria, disminuyeron los alimentos disponibles para las ratas, especialmente en zonas comerciales.
Por esta razón “los programas de salud ambiental y de control de roedores deben haber registrado un aumento en las solicitudes de servicio relacionadas con roedores e informes de comportamiento inusual o agresivo”, advirtieron los CDC.
Sin embargo esta agresividad, es importante aclarar, no es contra los humanos, sino contra otros miembros de su misma especie.
“No (quiere decir que atacarán) ni morderán a las personas”, aclaró Corrigan, y explicó que los ataques de ratas se presentan al interior de sus colonias, donde podrían estar atacándose unas a otras ante la falta de alimento.
Además, al buscar comida estos animales pueden llegar a zonas donde antes no había roedores.
“Pueden deambular bastante y terminar en un vecindario completamente diferente que no tenía ratas antes”, dijo el experto.
Aunque no hay evidencia o informes de que estos animales puedan propagar el Covid-19, sí pueden transmitir otras enfermedades, como el hantavirus, salmonellosis, tifus, entre otras.
También pueden ocasionar daños, pues con sus dientes pueden roer puertas, tuberias, y cables eléctricos.
Sé parte de la conversación