Los indígenas protestaban porque se le negó la oportunidad de vender sus productos
Después de más de un mes en huelga de hambre, una artesana indígena logró revertir la decisión del Alcalde Orizaba, Veracruz, por lo que ahora regresaran a vender su mercancía en los lugares de los que fueron desalojados.
Durante 38 días, Bernarda Rosas Sánchez, de 20 años, no probó alimentos y sobrevivió sólo con líquidos. “Estoy feliz porque recuperamos lo única herencia de nuestros ancestros, el trabajo digno y en las calles”, dijo tras conocer la decisión del edil Juan Manuel Díez Francos.
El funcionario se comprometió a dejarlos vender de nuevo sus productos en 120 espacio provisionales y ofreció disculpas por la fuerza desmedida de su policía municipal contra los indígenas nahuas.
“Estamos contentos, porque la unión de nuestro pueblo venció la cerrazón de Juan Manuel Díez. Aunque también nos preocupa que los lugares no serán suficientes, pues nada más de Ixhuatlancillo somos 180 familias. Unas 60 se quedarán sin permiso de trabajar”, dijo José García Bernal, integrante del grupo de artesanos.
Tras el acuerdo firmado por el alcalde orizabeño, un centenar de artesanos honraron a Bernarda Rosas con collares de alcatraces y aplausos. Fueron ellos mismos quienes la llevaron en hombros hasta el palacio municipal, donde se leyeron los puntos a los que accedió Diez Francos.
Lee la historia completa en Blog Expediente
Sé parte de la conversación