El pequeño KJ no logró sobrevivir a la enfermedad que lo aquejaba desde hace años
Su mejor amigo junto a su madre recaudaron fondos para poder pagar los gastos funerarios de KJ
Kaleb y KJ eran dos buenos amigos desde hace cinco años. Ambos habían sido criados por madres solteras y tenían muchos gustos en común. Vivían en Greenfield Village, un pueblo antiguo de Michigan, en EU.
KJ tenía un grave problema de salud, padecía leucemia y a su corta edad ya había recibido dos trasplantes de médula ósea.
A principios de 2018, KJ tuvo que ser internado en el hospital porque necesitaba un trasplante de corazón ya que su órgano vital se encontraba dañado por tanta quimioterapia.
Para este procedimiento, los médicos le colocaron un tubo en la garganta que no le permitía hablar, por lo que por primera vez KJ empezó a sentirse deprimido y afectado emocionalmente por su estado de salud.
Los doctores invitaron a Kaleb para que animara a su pequeño amigo. Todos los martes acudía al hospital para llevarle videojuegos y materiales para pintar.
KJ no podía hablar, ya que mientras conseguían un corazón adecuado los médicos le colocaron en el pecho un dispositivo especial, el cual no funcionó como ellos esperaban. Se comunicaba con su amigo a través de un pizarrón.
El pasado 1 de mayo la salud de KJ empeoró. Los médicos le informaron a su madre que debían desconectar el dispositivo que lo mantenía con vida, por lo que sería el último día en que los dos niños se reencontrarían.
Kaleb llegó a la cama donde reposaba KJ, no habló mucho, solo se limitó a tomar el brazo de su amigo inconsciente.
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Tras la muerte del menor, Kaleb escuchó que la madre de su amigo no tenía dinero para pagar una lápida, ya que había dejado de trabajar para cuidar a su hijo durante su tratamiento.
Ante esta situación, la madre de Kaleb decidió actuar y se le ocurrió recaudar fondos a través de PayPal, detalló el sitio Infobae.
En tanto Kaleb hizo lo propio y se puso a recolectar botellas en el vecindario y a barrer las entradas de sus vecinos para juntar 250 dólares.
Gracias a que esta historia fue publicada por el diario estadounidense The Detroit News, la recolección de fondos se multiplicó y actualmente la página de donaciones hay más de 3 mil 300 contribuciones.
Desde la muerte de su amigo, Kaleb no ha hecho otros amigos y se mantiene reservado con lo sucedido.
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