Carlos Antonio denunció que era víctima de acoso y difamación
La máxima casa de estudios del país aseguró que en todo momento se cumplió con la normatividad universitaria
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se comprometió a proteger a un estudiante de 13 años de edad, luego de un amparo que el Tribunal federal emitió en favor del menor.
Hace unos días, el alumno Carlos Antonio Santamaría Díaz denunció que era víctima de acoso y difamación por parte de personal académico de esa institución en donde cursa el primer semestre de la carrera de Física Biomédica en la Facultad de Ciencias.
“La Universidad dará cumplimiento a la ejecutoria de amparo en los términos establecidos, respetuosa como siempre ha sido de las determinaciones judiciales”, aseguró la UNAM en un comunicado.
De acuerdo con información referida por SinEmbargo, este lunes un Tribunal federal amparó al menor por el acoso y la difamación del que era víctima.
“Todo el semestre se me habían venido dando calificaciones injustas (en Álgebra) y digo, bueno, no quiero sacar esa calificación, voy a hacer el examen final y me ponen cero; entonces hago la segunda vuelta y me ponen el mismo examen en el que saqué cero y pregunto en qué me equivoqué, por qué saqué cero, entonces [la profesora suplente] empezó a decir que yo no tenía por qué estar ahí, que porque era un niño y que los niños no van a la Universidad”, relató el alumno.
Ante estas acusaciones, la máxima casa de estudios del país aseguró que en todo momento se cumplió con la normatividad universitaria referente a la atención en las quejas que presentó Fabián Santamaría, padre del estudiante menor de edad.
“La directora y otros miembros de la comunidad se han reunido constantemente con el Sr. Santamaría para el examen de las correspondientes formas de atención a su hijo conforme a su edad”, agregó en el escrito.
Carlos Antonio aseguró que durante su estancia en la institución “todo era así: descalificaciones injustas o una mirada fea”.
Asimismo, acusó a otro profesor de la coordinación de Biología Celular, quien habría iniciado una campaña en contra del infante en redes sociales, con el fin de demostrar que él no contaba con la capacidad para estudiar en la UNAM.
Por ello, el señor Santamaría solicitó un amparo ante el Séptimo Tribunal Colegido en materia administrativa, con el propósito de que la UNAM garantice los derechos del estudiante.
En respuesta, el Tribunal otorgó el amparo en favor del menor e instó a las autoridades universitarias a evaluar las repercusiones en el entorno psicosocial de Carlos Antonio, a quien también se deberá hacer una reparación del daño.
El organismo de justicia también resolvió que dicha universidad deberá generar procedimientos académicos y administrativos que mejoren la atención a alumnos menores de edad con capacidades “extraordinariamente desarrolladas”, además de capacitar a los profesores, concientizar a los alumnos e incluso, de ser necesario, ofrecer una disculpa pública, si se llega a comprobar que la reputación del menor fue dañada.
Al parecer, tras la denuncia del menor, el profesor de la coordinación de Biología Celular sólo fue amonestado y la ayudante de la materia de Álgebra recibió una sanción administrativa.
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