La organización Derecho Animal lanzó una petición para que cierren el zoo
Los leones y tigres son calmados con algún medicamento para que los visitantes puedan estar en contacto directo con ellos
La organización Derecho Animal publicó una petición de firmas en el sitio Change.org para solicitar el cierre inmediato del zoológico de Luján, ubicado en la provincia de Buenos Aires, debido a las irregularidades que comete al permitir el acceso de las personas a las jaulas de los animales salvajes como tigres y leones.
La petición está destinada a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, al intendente de la Municipalidad de Luján, Oscar Luciani, y a la Secretaría Privada de la Municipalidad de Luján, entre otras autoridades.
En dicho reclamo, se denuncia que el zoo incumple leyes de seguridad ciudadana como la 12.238, que prohíbe la alimentación o el contacto directo con animales salvajes.
El artículo 8 reza además que “los zoológicos serán directamente responsables de la seguridad de los animales, el público y el personal como así también de la infraestructura”.
También se acusa al zoo de Luján de incumplir con la Ley Penal de Protección Animal Nº 14.346, donde su artículo 2 indica que “Serán considerados actos de maltrato: estimularlos con drogas sin perseguir fines terapéuticos”.
Derecho animal asegura que los animales de este zoológico son drogados con algún medicamento para que permanezcan en calma mientras los visitan los turistas.
Sin embargo, el Zoo de Luján desmiente de manera rotunda la aplicación de sedantes a los animales para permitir el contacto directo con los humanos.
“Estos animales nunca nacieron en un ámbito salvaje. Vivieron toda su vida en cautiverio, por lo que no tienen una condición salvaje. Nosotros trabajamos íntimamente con ellos, mejorándoles el ambiente y el trato de los cuidadores. Eso nos permite tener un vínculo muy estrecho con ellos.
Se trabaja con diferentes actividades con el fin de poder reducir al máximo el instinto salvaje de unos animales que vivieron toda su vida en cautiverio”, afirmaron desde el propio zoo de Luján a Infobae.
El personal del zoo asegura que utilizar algún tipo de sedantes en los animales es un peligro para su subsistencia, ya que para poder drogarlos se necesitaría utilizar dardos tranquilizantes, los cuales tienen efecto de por lo menos una hora, por lo que hacerlo con frecuencia dañaría cruelmente a los felinos.
Desde hace tiempo, el zoológico de Luján se vanaglorió de ser el único establecimiento de Sudamérica en entrenar la “mansedumbre” de los animales.
“El contacto directo con los animales está prohibido por ley y desde nuestra función se labran infracciones cada vez que se efectúa una denuncia y se corrobora la falta”.
La dirección de Flora y Fauna del Ministerio de Agroindustria de la provincia, aseguró que es común que un juez no considere como una agresión las fotografías de las personas dentro de la jaula, y que esto no es prueba fehaciente de que el animal padezca algún tipo de maltrato.
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