No existe una cortina de humo suficiente que pueda tapar la consolidación del régimen autoritario en México o la instauración de un “Estado totalitario” como lo denunció acertadamente el escritor Fernando del Paso al recibir el Premio Cervantes. El ilegítimo gobierno actual, producto del fraude, se ha empeñado en destruir las instituciones del Estado, la justicia dejó de ser parte de la vida pública de México y la impunidad ya es un estilo de vida.
El domingo 24 de abril, el Grupo Interdisciplinario de Especialistas Independientes (GIEI) presentó su segundo informe que corroboró la falsedad de la investigación oficial de la PGR respecto a la desaparición de los 43 Normalistas de Ayotzinapa. El gobierno federal brilló por su ausencia ya que no se presentó ningún funcionario mexicano al evento. La “verdad histórica” del oficialismo se apoya en testimonios obtenidos bajo tortura, evidencias manipuladas y omisiones. El GIEI confirmó lo que ya habían asegurado con anterioridad, los estudiantes no fueron calcinados en el basurero de Cocula.
Ante tal exhibición de corrupción del gobierno, la prensa mexicana al servicio del PRI articuló una guerra de difamación en contra del grupo de especialistas. Las autoridades mexicanas bloquearon la investigación, negaron información y prohibieron interrogatorios solicitados por los expertos designados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que al parecer ya no representa presión alguna para el gobierno mexicano.
Mediante su cuenta de twitter, Enrique Peña Nieto despidió al GIEI ya que el tiempo de su mandato para investigar llegó a su fin y el gobierno mexicano no lo renovará. EPN agradeció el trabajo realizado prometiendo utilizar la información recabada por los expertos para ampliar la investigación oficial lo que seguramente no sucederá.
El mismo domingo en que se presentó dicho informe, se realizó una multitudinaria marcha en protesta por la violencia contra las mujeres en nuestro país. Las redes sociales se llenaron de relatos del primer acoso sufrido y un sin fin de publicaciones feministas.
Irónicamente el mismo día en que se exigía justicia para las mujeres se confirmaba la nula voluntad gubernamental para otorgarla.
Esta situación dejó en evidencia la falta de solidaridad del pueblo con el mismo pueblo consecuencia del sistemático adoctrinamiento individualista. La narrativa dictatorial del feminismo actual no incluyó en su exigencia de justicia a los 43 normalistas ni al resto de hombres asesinados en México que por mucho supera a la cifra de mujeres ultimadas.
No pretendo confrontar consignas sino todo lo contrario, sugiero unificarlas. Urge aglutinar las protestas en un solo frente ya que la mayoría de los movimientos sociales e inconformidades exigen lo mismo desde su trinchera: JUSTICIA.
Los temas de interés van del regocijo morboso de ver la humillación de #Lady100pesos a la reivindicación moral de reconocer a #LadyMatematicas. Antes las cortinas de humo caían desde las cúpulas de poder, ahora ya nos están acostumbrando a voltear la cara y lo peor, nos están arrebatando el derecho de soñar con un mejor país.
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